viernes, febrero 23, 2007

PERDÓN POR EL RETRASO



Perdón por el retraso. Tenía que haber escrito antes pero, la verdad, es que no he tenido demasiado tiempo, aunque la vuelta a casa, esta vez, ha sido más tranquilo que cuando volvimos con Oksana. (El último día, en el apartamento, en la despedida con Victoria, que no parece ella).

Voy a empezar por el día que volvimos. Como sabéis el siete de Febrero, a las cinco menos cuarto de la mañana, venía Sergei a buscarnos para ir al aeropuerto. Victoria no vino con nosotros, con la excusa de que no cabía en el coche con tantas maletas, aunque la razón primordial, seguramente, era el madrugón (cosa comprensible, por otra parte). (En la foto, tanto Sergei como Oksana no están nada favorecidos)

El aeropuerto, a diferencia de cuando vinimos con Oksana, estaba a rebosar, pero, por suerte, los mostradores de Alitalia no tenían casi cola, y el chico que nos atendió fue muy amable, al igual que toda la tripulación que nos tocó en el vuelo.

Oksana se quedó un ratito dormida en el aeropuerto, mientras esperábamos al embarque, y David estuvo recorriendo y supervisando toda la zona. En el control de pasaportes, el policía que nos tocó o era nuevo o era tonto, porque nos tuvo el gran rato esperando, llevándose los pasaportes de los niños, sobre todo el de David, a una camarada que andaba por allí. Embarcamos muy puntuales, y ya os digo que la tripulación fue encantadora; nos cambiaron de asientos para que estuviéramos más cómodos. Yo me quedé con David, y Luis con Oksana. Tardamos un poco en salir porque las alas del avión estaban congeladas y tuvimos que esperar hasta que vinieron a descongelarlas. David, mientras tanto, estaba encantado viendo toda la operación, ya que estábamos en primera fila. Pero en cuanto el avión empezó a moverse, se arrebujó contra mí, y exactamente igual que hizo Oksana, mientras despegábamos y yo le decía, con lágrimas en los ojos, que se despidiera de Ucrania, él se quedó dormido, y yo empecé a llorar a lágrima viva. Para mí, como pasó a la vuelta con Oksana, yo creo que es el momento en el que libero toda la tensión. Es un cruce de sentimientos. Por un lado, estaba contenta de volver a casa con Luis y mis dos tesoros, pero por otro lado, me embarga una tristeza enorme que no puedo describirla exactamente, pero se me encoge tanto el corazón que me duele y todo.

El viaje con David fue buenísimo. Tuve que ir a cambiarle en cuanto pude levantarme, y se despertó en ese momento, pero en cuanto volvimos al asiento, se volvió a quedar dormido y así hasta aterrizar en Milán. Luis no tuvo tanta suerte, Oksana sólo se durmió a ratitos, aunque se portó fenomenal.

Llegamos a Milán con diez minutos de retraso, pero como no teníamos que recoger maletas ni nada, salimos enseguida. Esperamos un ratito y, al poco, llegó Lorenzo. Nos fuimos con él a un pueblo cercano al aeropuerto, y estuvimos desayunando en una cafetería-panadería-pastelería muy agradable. Hablamos por teléfono con Luisa, con Andrea y Paola. A las doce y media, le dijimos que nos llevara, de nuevo al aeropuerto, porque el pobre ya había perdido demasiado tiempo de trabajo con nosotros.

A las tres menos diez embarcamos en el avión hacia Bilbao. Esta vez, Luis se fue con David y yo con Oksana, y también tuve suerte. Oksana se quedó dormida antes de despegar y tuve que despertarla cuando teníamos que bajar del avión. Luis, en cambio, con David, no pudo ni cerrar un ojo, porque el tío no se durmió ni un minuto.

Las maletas salieron muy bien y salimos del aeropuerto. Estaban esperando los padres y hermano mayor de Luis, ya que mis padres tenían una cita importante en el médico. Oksana estaba muy contenta y David muy tranquilo. Llegamos a la entrada de la urbanización y justo, nos encontramos con Elena, Oksana se puso como loca de contenta, dando saltos. ¡Por fin estaba en casa, mi pobre chiquitina!. David miraba todo, pero seguía tranquilo.

Una vez en casa, pasó Ricardo, luego llegó mi hermano Pedro, y al poco llegaron mis padres. Oksana entró emocionadísima, y David parecía que conocía la casa, siguió a Oksana y se quedó fascinado al ver la habitación llena de globos, y más todavía cuando vio todos lo juguetes que había. Después también pasaron Alejandra y Lucía.

La casa parecía un bazar, con todas las maletas empantanadas, pero no pude deshacerlas hasta el sábado de una a tres de la madrugada.

La primera noche fue buena. Los enanos estaban agotados y cayeron rendidos en la cama. David no extrañó, para nada, su cama. Parecía que había dormido allí toda su vida. Eso sí, gracias a que Elena nos ha prestado todo tipo de barreras para que no se caiga, porque parece que tiene una guindilla en el culo.

A la mañana siguiente, yo no sabía muy bien por dónde empezar. Luis se fue a trabajar y allí me quedé yo, con los dos enanos, que sacaban y sacaban todos los juguetes habidos y por haber. Cosa normal, para él era la novedad; para ella, el reencuentro. Yo, entre llamadas de teléfono, y organizar lo imprescindible no tenía tiempo de deshacer maletas.

Al mediodía, vinieron mis padres a echarme una mano, mientras preparaba la comida, y también ayudarme a darles de comer. Todavía no tenía cogido el tranquillo a estar sola con los dos a la hora de comer.

Por la tarde, después de la merienda, vinieron Silvia y Ander y nos fuimos todos a los columpios para hacer la “presentación oficial” de David. Oksana fue la que llegó primero a los columpios; la gente cuando le vio, empezó a alborotarse, y ya cuando llegamos David y yo, vinieron a saludarnos y darnos la enhorabuena. Ahí estaban Regina, con Daria y Jimmy, Covi, con Paula y Carlota (con la consiguiente emoción de Oksana al ver a Paula), Loreto, con Jorge, Lucía (sin Belinda, a la que vimos días después en la parada), Alicia con Diana, … Gracias a que estaba Silvia y podía estar un poco al tanto de Oksana, porque sino me hubiera sido imposible. Todos los niños estaban arremolinados alrededor de David. Era la auténtica atracción del parque.

Pero el gran descubrimiento de David, no fue ninguno de los columpios, ni los niños, ni otras cosas que cualquiera pudiera imaginar. Lo mejor de ese día es que David descubrió la hierba. Cuando la vio fue directo a pisarla; cuando la pisó se quedó muy quieto, y me miraba, ponía los brazos como si fuera a perder el equilibrio, me sonreía, y tachán, tachán, llegó el momento de tocarla. La hierba estaba húmeda pero le encantó y me miró emocionado, como diciéndome “mira lo que he encontrado”. Ahí empezaba mi hijo a descubrir el mundo, y yo volvía, como me pasó con Oksana, a aprender las pequeñas grandes cosas de la vida. Algo que es tan precioso y maravilloso que no se puede expresar con palabras.

Como os dije, David iba a llegar a España dando besos. Dicho y hecho. David llegó sabiendo tirar besos. No los tiraba con ruido, pero el gesto era lo que valía. Pero yo he seguido insistiendo. A los dos días, ya hacía ruido y cuando le decía que me diera un beso en la mejilla, se acercaba y hacía el gesto.

Pero, mi cosaco, desde hace una semana llena a todo el mundo de besos sonoros, y como el que lo recibe le jalea, él se pone contento como unas castañuelas y te da más, y más, y no se cansa.

Aunque a muchos les pueda parecer una tontería, para mí es un orgullo tan enorme… no el hecho de que se lo haya enseñado, sino porque mi hijo empieza a saber lo que es el cariño verdadero. ¡Qué digo cariño!. Empieza a conocer el AMOR, y como a todo el mundo, le encanta. Hay que verle como me echa los bracitos, cuando le cambio los pañales o le doy crema en el cuerpo, me agarra la cara, con sus manos anchas y fuertes, me la acerca a la suya y me empieza a hacer mimos, me da besos, me llena de babas, hasta me estira del pelo. Pero para mí, todo eso es mucho más.

Yo, ya sé que mi hijo me ha adoptado. David me quiere. No entiende todavía el concepto de madre o padre, pero poco a poco, lo irá teniendo más claro.

David es un niño bueno. Es muy movido, muy burro y bestia, pero sabe estarse quieto jugando. Le encantan los juegos de encajar piezar, bloques… Le apasiona el baño, lavarse los dientes, las manos y la cara, y que le eche colonia y le peine (es muy relimpio y presumido, mi niño, con lo borrico que es), por él se estaría todo el día en el cuarto de baño. Como hombre que es, es mucho más quejica y llorón que su hermana. Mientras esté haciendo lo que él quiere, es un niño encantador y super sonriente, pero, en el momento en el que le llevas la contraria, empieza a gimotear, a barritar, y a tirar todo por el aire.

Ahora estoy en la fase de reconducir su conducta, en ese aspecto y en el de la comida. Porque cuando hay algo que le gusta, como con mucha ansia y se mete tanto en la boca que se medio ahoga. Así que le estoy enseñando a tener paciencia, que todo lo que hay en el plato es para él, y que hay que comer poco a poco, habiendo tragado lo que tiene en la boca. Él va aprendiendo y cuando le digo que me enseñe la boca, la abre y dice “¡¡¡Aaaahhhhh!!!”. Le cuesta probar cosas nuevas, pero ha ido a parar con un hueso duro de roer. Le obligo por las buenas y por las malas. Sé, más o menos, lo que le puede gustar, y, por lo general, no me equivoco, y él después me echa una sonrisa como un sol.

Hay un montón de cosas más, pero tampoco quiero aburrir. En definitiva, tengo que reconocer que me equivoqué de lleno con David. No nos dio el viaje que creía que nos iba a dar, y su carácter ha cambiado notablemente. La verdad es que me ha sorprendido muy, pero que muy gratamente.

Oksana está muy contenta con su hermano, pero sí es verdad que al empezar su rutina, el día a día, han empezado a surgir más celos. Son los celos normales, y creo que no están muy acentuados. Igual estoy equivocada porque soy nueva en esto, pero, por lo menos, eso es lo que me parece.

Yo me arreglo mucho mejor de lo que hubiera pensado nunca. Incluso ahora, hay días que les tengo acostados antes de lo que hacía con Oksana, y además estando yo sola, porque Luis, estos días está viniendo a las tantas, entre una cosa y otra.

Ya estamos prácticamente acoplados los unos a los otros, aunque yo creo que a Oksana le costará un poco más que a nadie, pero es ley de vida y es muy bueno para ella. Pero no me cansaré de decirlo, Oksana es una niña muy, muy buena, y muy, muy sensible. Y todo lo que ha pasado durante este viaje, aunque estamos seguros de que ha sido lo mejor, y ha sido una experiencia que será inolvidable para ella, ha sido algo muy intenso, porque si para nosotros ha sido tenso, duro, agotador, imaginaros lo que ha podido ser para una niña de tres años. Y ella no se ha quejado en ningún momento. Es más, en los momentos más duros y agotadores, ella ahí estaba al pie del cañón, portándose como una campeona. Si para Luis y para mí este viaje ha sido más llevadero, estoy segura, que ha sido principalmente por Oksana. Así que desde aquí, para cuando seas mayor y leas estas líneas, quiero darte las GRACIAS, cariño mío. (Aquí, Oksana, el sábado de carnaval disfrazada con el traje típico de Jordania)

Ahora, estoy en plena fase de papeleos de todo tipo, y organizando ciertas cosas, pero espero que en Marzo, la vida sea lo más normal posible y se implante una rutina, lo cual favorecerá a David y Oksana.

Bueno, me despido por hoy. Todavía no doy por cerrado este blog, escribiré alguna crónica que otra, para comentaros los avances de nuestra princesa de las nieves y nuestro cosaco; nuestros dos tesoros.

Una vez más gracias a todos los que nos habéis seguido. Sabemos de muchos que nos habéis escrito, llamado, … pero sabemos, por otros, que hay más gente que ha seguido el blog, aunque no se hayan “manifestado”. Aún así gracias a todos.

Hasta la próxima,

Susana, Oksana, David y Luis

1 comentario:

Marta dijo...

No puede ser no puede ser... soy Marta... la secretaria de Madrid... que trabajaba en un banco... espero qeu me ubiques... estaba haciendo limpieza de mails mios y me he encontrado la dirección del blog de cuando fuisteis a ucrania, me he metido y he dicho, jo... ¿qué será de ellos? Me he metido en google y he puesto Oksana y tu nombre y apellido... y veo este otro blog que aún no he ni mirado y veo un niño, y una rubia preciosa y mayor preciosa, y te veo a ti también estupenda... bueno pues que espero qeu sepas quien soy, yo sigo teniendo el mismo mail. Que disfrutes mucho de los dos y voy a leer como ha llegado el hermano!!! Besos grandes desde Madrid