jueves, enero 11, 2007

11 DE ENERO DE 2007 - LOS CAMBIOS

¡Qué paradoja!. Hay cosas que, con el paso del tiempo, cambian mucho, pero a la vez parece que el tiempo se ha detenido y estamos viviendo lo mismo que hace dos años.

Hemos dormido muy bien los tres. La otra vez también dormí bien, pero me levanté ansiosa y nerviosa. Hoy no, hoy estaba tranquila, como un día más. Nos hemos preparado, y a las once de la mañana hemos salido del apartamento para ir dando un paseo hasta el Centro de Adopciones. Hoy el día amanecido gris, y cuando hemos bajado lloviznaba. ¿Mal presagio?, ya sabéis que me fijo en todas esas pequeñas tonterías, que soy supersticiosa a mi manera.

Hemos llegado al nuevo Centro de Adopciones. Primer cambio a mucho mejor. No tiene nada que ver con el antiguo. El antiguo era una mole desangelada y fría, ahora es un sitio acogedor. En el vestíbulo donde se espera había una pareja de españoles que miraban arrobados a Oksana, y un facilitador esperando a otra pareja de españoles que han salido al poco de llegar nosotros. Al salir, le han dicho a su facilitador que les habían asignado una niña de dos años y medio; que les habían ofrecido una pareja de hermanos en la que uno de ellos tenía problemas graves.

Victoria nos ha dicho que prestemos mucha atención a la ficha médica que nos den. En lo que nos tenemos que fijar y dar importancia y en lo que no.

Al cabo de un rato ha entrado la otra pareja, y nosotras hemos ido al cuarto de baño. Oksana y yo nos hemos ido por donde nos ha dicho Victoria, hemos ido detrás de un policía o algo así, y por donde me he metido sólo veía puertas con letreros en cirílico, que, como os podéis imaginar, no entendía ni “cascajo”. Pues, cuando me he dado cuenta, había una vieja, guarda de seguridad, diciéndome no sé qué, y yo explicándole que quería ir al servicio, claro, como podía con mi ucraniano-ruso fluído. Al final, nos ha mandado al piso de arriba, y otra vez lo mismo, un montón de puertas cerradas con letreros escritos en raro. Y como en la Ley de Murphy, la última puerta, la que no tenía letrero, esa era. Hemos bajado a todo meter y ya estaba Elena, la traductora del Centro de Adopciones, esperándonos para entrar.

A Oksana le hemos explicado que íbamos a un sitio muy importante, que papá y mamá tenían que hablar con unas señoras, y que ella tenía que estar jugando y pintando calladita. Y nuestra Reina así lo ha hecho.

Hemos entrado en un despacho donde había dos señoras en una mesa trabajando, y luego en un sofá pequeño en esquina con una mesa pequeña con ruedas, nos hemos sentado. En frente estaba Elena y la psicóloga que también era Olena. A la primera que se han dirigido, cómo no, ha sido a Oksana. A ver cómo se llamaba, cuántos años tenía… Luego nos hemos presentado, y han empezado a preguntarnos a ver qué tal se había adaptado, que se le veía una niña muy feliz…Luego nos han dicho a ver si queríamos un hermano o una hermana para Oksana. Les he dicho que, en principio, nuestra intención era, si podía ser, dos hermanos. Nos han dicho que era muy difícil tener fichas de hermanos que fueran pequeños y que estuvieran bien. Que tenían dos fichas, una de ellas eran una niña de tres años y un niño de casi dos, la niña estaba sana pero el niño tenía graves problemas; la otra ficha era también de una niña de cuatro años y un niño de dos, pero el pequeño tenía el VIH.

Con esto, hemos dicho que nos daba igual si era niño o niña. Así que nos han sacado una ficha de un niño.

Es un niño de 20 meses, es del 30 de Marzo de 2005 (de Marzo como Lucía Fernández Millán, y del mismo año que el primo Javier, - ya es casualidad que Sofía y Oksana, Javier y éste se lleven la misma diferencia-, Adrián y Alejandro, Iván y Zaza). Sano, bueno con los problemas que suelen poner. Anda sin problemas y empieza a hablar. No tiene familiares conocidos. Es de la provincia de Dnipropetrosk (no sé si se escribe así), el pueblo se llama Krivorog, o algo así. Lo hemos pensado, hemos llamado a mi hermano Carlos para su opinión médica. Nos han dicho a ver si queríamos ver más fichas, nos hemos mirado, y yo he dicho que con Oksana sólo nos presentaron su ficha, y no tuvimos que escoger entre nada; así que con éste quería que fuese lo mismo.

Creo que el tener más de una ficha te hace tener más dudas, y luego, toda mi vida voy a estar pensando en los niños de las otras fichas. Así que nada, esa ficha y nada más.

Mientras tanto una chica ha venido y le ha dado dos mandarinas a Oksana, otra señora que ha entrado en el despacho se le ha quedado mirando y ha preguntado a ver si era de Ucrania y de qué región era, y luego ha dicho que acabará siendo Miss España.

Una vez aceptada la ficha, tienen que preparar el permiso para poder conocer al niño. Tenemos que ir mañana (viernes, 12) al Centro de Adopciones de cuatro a cinco de la tarde para recogerlo y poder viajar el domingo o lunes.

Otro cambio, han sido muy, muy amables, pacientes y cercanos.

Hemos recogido todos los papeles y hemos salido. Nada más salir Victoria, que estaba como una pila, nos ha hecho todo el interrogatorio. Al decirle la región, ha torcido el morro, como ella sólo sabe. Le he preguntado que qué pasaba, y ha dicho que era una región malísima, que es muy difícil hacer el papeleo, que te marean por todo y por nada, que es muy difícil llegar, que no hay nada de nada, y menos aún en el pueblo donde está (que nos olvidemos de Internet). Que, de todas formas, iba a llamar al orfanato para que le dijeran cómo está el niño. Ha llamado, y la Directora no iba a estar hasta las dos de la tarde.

Nos hemos ido a una cafetería, y luego nos hemos ido a traducir unos documentos, y después a un Notario, porque teníamos que renovar el documento de compromiso con la Embajada de Ucrania. Oksi se ha quedado dormida en el coche en mis brazos, y así se ha dormido dos horas y media. Hemos terminado, Victoria se ha ido y como estábamos al lado del circo, nos hemos ido a ver si podíamos sacar unas entradas. Después de aguantar la cola, resulta que no hay entradas hasta Febrero. Así que nos quedamos sin circo.

Como hacía una tarde preciosa, ha despejado completamente y había unos siete grados, nos hemos ido andando hasta Kreschatik y de allí al Mocco, donde hemos comido. Hemos dado un paseo, y al apartamento.

Bueno pues esto es todo. Todavía no nos queremos hacer ninguna ilusión, hasta que no veamos al niño. No quiero ser pesimista, pero tampoco optimista; se puede decir que estoy “neutra”. Victoria decía que estaba impresionada de lo tranquilos que nos veía. Con Oksana fue diferente, yo salí del Centro de Adopciones, sabiendo que era ella, también fue una inconsciencia por mi parte, porque si no llega a ser, el chasco hubiera sido mayor; igual es que ahora “ya soy mayor” como dice Oksana, y pienso de forma diferente.

Por otra parte, Victoria ha dicho que como en ese sitio no hay muchas facilidades, ni apartamentos decentes, ni hoteles, el orfanato no está, ni de cerca, como el de Oksana, igual lo que hacemos es ir y estar el tiempo imprescindible allí. Luego volvernos a Kiev, y volver otra vez a por el niño. Si estuviéramos nosotros dos solos si nos quedaríamos, pero ahora prima la comodidad de Oksana, y lo que no queremos es que ella guarde ningún mal recuerdo de esta preciosa experiencia. Pero bueno, según lo vayamos decidiendo os lo iremos contando.

Estoy un poco “chafada”, no por la asignación del niño, ni mucho menos, sino porque no han podido ser dos. Así que ya sé que seremos una familia de cuatro. Yo siempre he querido tres hijos, y era una de las cosas que, de siempre, tenía en la cabeza, pero como otras tantas, no ha podido ser. Sé positivamente, que, con Luis, no volveremos a este país, ni a ningún otro, a adoptar, era mi última oportunidad, así que se acabó. Volveremos de turismo con nuestros dos hijos. Y aunque muchos penséis que estoy loca, soy imbecil o tonta de remate, me da igual, de verdad lo digo, que me siento muy triste por ese motivo.

Yo escribo todas las noche la crónica en el apartamento. Luego las iré poniendo en orden en el blog, según pueda conectarme, así que habrá días que ponga más de una crónica.

Bueno, ya me despido hasta mañana. Ya estamos más cerca de nuestro enano.

Un beso a todos, (al final os dejo un para de fotos de hoy, una con Oksana en frente del Centro Comercial del circo, y otra en la que estamos Oksana y yo en el Mocco)

Oksana, Susana y Luis

P.D1.: Ah, gracias al calienta biberones de Silvia puede calentar más fácilmente la comida de la enana, porque no tenemos microondas, y así no tengo que andar con el cacito al baño María.-

P.D2.: Ah, ya tenemos número de teléfono móvil de aquí +38 096 443 36 06
















No hay comentarios: