miércoles, enero 10, 2007

YA HEMOS LLEGADO

Al final, el martes no me metí en la cama. Terminé de hacer todo hacia las tres menos cuarto, y para dormir entre tres cuartos de hora y una hora, decidí que no merecía la pena, me iba a levantar más cansada y lo mejor iba a ser ir preparándome tranquilamente.

A las cinco de la mañana estábamos listos con las maletas, pero con el pedazo equipaje que llevamos, resulta que en el taxi que nos iba a llevar no cabíamos, así que llamó a su cuñado que tenía un taxi con el maletero más grande. La verdad es que llevamos maletas para dar y regalar, parecemos la imagen de “Samsonite”, pero, por suerte, no hemos tenido que pagar sobrepeso.

Todos los vuelos han salido y llegado en hora, y la conexión no ha sido pesada.

Oksana, como es habitual siempre que viaja, se ha portado como una campeona. En el vuelo más largo, de Milán a Kiev, ha ido dormida todo el trayecto, y el resto del tiempo parecía que no llevábamos niña. La verdad es que cuando viaja parece que es más mayor y responsable, y quiere hacernos ver que puede venir siempre con nosotros.

Hemos llegado a Kiev, hemos pasado toda la pesadez de controles sin problema, y a la salida del aeropuerto estaba Victoria con Sergei. Para los que conocéis a Victoria: está más delgada (yo le he visto más alta y más delgada, pero lo de la altura supongo que se deberá a unos tacones, porque creo que ya no tiene edad para haber crecido), y con el pelo rubio, pero más oscuro.

Alejandro, Sergei tiene coche nuevo, ha cambiado el Mitsubishi, por un Mercedes del “año de la polca”. El pobre cuando ha visto el equipaje, se ha puesto bizco pensando cómo iba a meter todo dentro. Pero, una vez más, Sergei consigue lo imposible en materia automovilística.

Hemos venido directamente al apartamento. No es el que nos dijo Victoria. Está justo al lado del McDonalds, pero en la Plaza de la Independencia, justo en el edificio de al lado del apartamento en el que estuvimos cuando llegamos a Kiev, por primera vez, con Oksana desde Luhansk. Es pequeño, pero no está mal. Es un poco raro para describir, como casi todos los apartamentos de por aquí. Tiene el salón con cocina americana y en el mismo salón hay unas escaleras que dan como a un sobre-piso donde está nuestra cama.

La ciudad está muy bonita porque está todavía adornada por la Navidad.

No hace frío. Cuando hemos llegado había unos 8 ó 9 grados, aunque con el viento parecía que hacía un poco más de frío, pero aún así, no nos podemos quejar.

Victoria nos ha confirmado que tenemos la cita mañana a las 12 del mediodía. Como estamos tan cerca del Centro de Adopciones, iremos dando un paseo hasta allí.

Después de organizarnos un poco en el apartamento, hemos salido a dar una vuelta y comprar algunas cosillas.

Hemos salido a la Plaza de la Independencia y de repente parecía que habíamos retrocedido dos años en el tiempo. ¡Cómo se pueden tener unos recuerdos tan nítidos de tantos y tantos momentos!. Como era de esperar, hay cosas nuevas y otras que siguen igual.

Leni, Victor, Ester y Pep, ya no está el arco LG, siguen el Mocco, y el bar de los vodkas de la esquina, donde estuvimos una noche con Leni y Víctor, pero LG ha desaparecido. La librería grande y vieja que estaba justo enfrente del arco tampoco está, y alguna otra cosa más que ya os iremos contando. Lo que sí que sigue es la moda tan preciosa en las tiendas del subterráneo de al lado del mercado, en las que Ester, Leni y yo discutíamos a ver qué modelo nos íbamos a comprar.

Hemos hecho las compras, hemos venido dando un paseo, hemos preparado la cena y ahora la Reina está dormida y nosotros nos vamos para la cama. A descansar bien, que mañana va a ser un día duro.

No estoy demasiado nerviosa. Lo que tenga que ser será, y ya está. Ya estamos más cerca de nuestr@ enan@.

Un beso para todos,

Susana (Oksana y Luis)

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