EL DIA DEL PATEO

¡Jesús! Nos hemos pasado todo el día “pateando”.

Por la mañana, hemos ido hasta el estadio del Dynamo de Kiev para ver si veíamos la tienda oficial para comprar los gorros para Mikel y Josu. Estaba todo cerrado y no se veía nada que pareciera una tienda. Nos hemos acercado a una verja con una garita, donde había un “segurata”, Luis ha empezado a explicarle lo que queríamos, y el tío se ha pensado que queríamos una visera como la suya, de guarda de seguridad, estaba todo “hueco” pensando que queríamos copiar su “look” (había que verle, era feo como un demonio, pero creo que le hemos hecho feliz durante el día de hoy).

De ahí, nos hemos ido a ver dónde podíamos cambiar dinero a buen precio, pues la Kreschatik de un lado para otro.

Luego, hemos empezado a buscar cafeterías y/o restaurantes con conexión WIFI. Después de un rato, de camino al Centro de Adopciones, en un restaurante llamado Da Vinci, había, así que como teníamos que estar en el Centro a las tres de la tarde y era ya la una, nos hemos metido y así comíamos.

He estado intentando conectarme, y nada de nada. Primero porque estaba lo del PROXY, que no me lo había dicho Luis que había que quitarlo y si no poner un USB que tiene él. Cuando hemos terminado de comer, Luis lo ha intentado y lo ha conseguido. Como era la hora de irnos, Luis se ha ido para allí, y yo me he quedado con Oksana, para colgar las crónicas en el blog. Pero, ¡qué mala suerte! no me dejaba publicar las nuevas entradas. No había manera. Así que he recogido el petate, y me he ido con la enana para el CA.

Allí hemos tenido que esperar hasta las cuatro. Hemos entrado en una sala, nos han dado el permiso para viajar y conocer el niño.

De allí, Victoria nos ha llevado a un sitio, cerca de la ópera para ver si había entradas para un ballet, para llevarle a Oksana. Nada, todo agotado. Entonces se le ha ocurrido que podíamos ir a la Opereta, que había espectáculos para niños, para ver si había entradas, y que, además, la tienda oficial del Dynamo estaba por ahí. Pues a patear, porque estaba donde Cristo dio las tres voces.

Por lo menos, hemos cogido entradas para mañana a las doce del mediodía para una representación de Blancanieves y los Siete Enanitos. Hemos seguido andando pero la tienda no aparecía por ningún sitio. Ha entrado Victoria en una tienda de ropa, y le han dicho que sí que antes era ahí, pero ahora ya no, y que creían que no había tienda oficial. Hemos entrado en una cafetería porque Victoria quería merendar y de ahí nos hemos ido para Kreschatik otra vez.

Por fin hemos encontrado los gorros en la tienda de Adidas. Hemos ido hasta el Centro Comercial de la Plaza de la Independencia, el subterráneo, porque nos ha dicho Victoria que ahí había WIFI. Sí había, pero había una señal tan débil que no nos dejaba ni siquiera entrar en internet. Hemos salido para comprar una tarjeta de Internet para conectarnos desde el apartamento. Hemos estado en varias tiendas y unas no nos entendían, otras no tenían, otras estaban ya cerradas. Ya hemos encontrado una, y le hemos dicho al chico haber si nos podía configurar el ordenador, pero el tío se ha hecho el “longuis”. Hemos venido al apartamento, y lo he intentado hacer, pero entre que estoy muy cansada, las instrucciones vienen en ucraniano y soy más torpe que ni sé, no logro hacerlo.

Incluso ha venido Liliana, la facilitadora de Mónica, a casa y me ha estado ayudando pero no hemos conseguido nada. Por cierto, Liliana es encantadora. Me ha preguntado por Jone y por Iñigo, y le he enseñado las fotos que tenía del otro día del PIN, en las que no estaban muy bien, porque había poca luz, y se ha quedado impresionada de lo bien que estaban.

También hemos llamado a Klarin, la amiga de Cristina y Jon, pero resulta que está fuera de Kiev, porque está de vacaciones. Volverá a finales de Enero. Hemos quedado en llamarla cuando nosotros volvamos y así darle vuestros libros, CDs y fotos. Os manda un beso enorme para los tres.

Pues bien, ya hemos decidido que me voy a ir ahora, en un momento, al internet de correos, que está abierto 24 horas, mientras Luis se queda con Oksana que tiene que acostarse ya, (ahora son las diez de la noche).

Ahora, lo importante. Victoria ha estado hablando con el médico del orfanato del niño, y le ha dicho que es un niño muy, muy alegre y que está sano, que no nos preocupemos. Así que bueno es un paso más.

Salimos el lunes de madrugada, sobre las cuatro o cuatro y media de la mañana, para llegar a Krivorog para las nueve o nueve y media. Nos vamos en coche con Sergei, así que tenemos que reducir el equipaje. Ya veremos cómo lo hacemos.

Hay un hotel en la ciudad. El Hotel Embrión. Alucinante ¿verdad?. Pues resulta que debe haber una clínica de inseminaciones a la que va mucha gente, así que el hotel es en su honor. Así que con los que vamos a adoptar, será el hotel de los padres desesperados.

Una vez que vayamos y veamos cómo está todo, el hotel, el orfanato, la ciudad…, decidiremos si nos quedamos todo el tiempo, o si vamos y venimos para los momentos imprescindibles. Ya veremos.

Bueno, siento mucho haber estado sin dar noticias al día, pero me ha sido totalmente imposible. Yo todas las noches escribo la crónica en casa, así que estad seguros que, en cuanto tengo oportunidad, me conecto y lo cuelgo.

Oksana se sigue portando como una verdadera campeona. Realmente me asombra lo bien que acepta y comprende todo, es una pasada, de verdad, tendríais que verle. Se ha puesto a saltar de contenta cuando ha venido Liliana, diciéndole que Jone e Iñigo eran sus mejores amigos.

Ayer también nos preguntó a ver dónde estaban sus amigos, que quería ir a jugar con ellos, y que echaba de menos a Tere. Así que ya sabéis un beso muy grande de su parte, os echa a todos mucho de menos.

Nosotros también os echamos de menos a todos, y sabemos que andáis muy pendientes de todo lo que hacemos. Muchas gracias.

Hasta mañana, espero. Besos para todos,

Oksana, Susana y Luis

P.D. Por fin he podido meter todo. Tened en cuenta que detras de esta cronica, vienen las de los dias anteriores.