lunes, enero 15, 2007

DAVID DEL RIO EMPARAN


A las tres de la madrugada de hoy, lunes, 15 de Enero de 2007, me he levantado, me he preparado, he terminado de meter las cosas en la maleta, Oksi se ha despertado, así que le he vestido. Mi intención era que fuese en pijama para así no despertarle, pero ella también estaba nerviosa, y cuando ha visto que nos habíamos levantado y estaban las maletas al lado de la puerta, al saltado de la cama como un “saltapedete” y ha dicho que ella también se iba.

A las cuatro de la mañana estábamos los tres listos para irnos. Sobre las cuatro y cuarto han venido Victoria y Sergei, y hemos emprendido rumbo a Krivoy Rog (creo que se escribe así, son indagaciones mías, porque lo que pone en los letreros “non capisco niente”, pero lo que dicen parece que es así, y como tampoco tengo un mapa de estas tierras…).

Oksana, que iba en mis brazos, se ha dormido al poco, y Luis, por si alguien lo duda, también. Yo, como es de costumbre, no he pegado ojo en todo el viaje. Ha sido un viaje bueno, aunque en la carretera hay tramos un poco perjudicados.

Con una mañana fabulosa, con un cielo limpio y despejado, con un sol brillante y un frío del carajo, sobre las nueve y media de la mañana, después de dos o tres “pitis” de Sergei, una parada técnica al WC de todos menos La Bella Durmiente y su porteadora, y una puesta de gasolina, entrábamos en Krivoy Rog.

Para que os hagáis una idea este pueblo, (no sé si es pueblo o ciudad, aquí lo llaman pueblo, pero a mí me parece un poco grande para eso), tiene la avenida más larga de Europa. Nada más y nada menos que 130 Kms. de largo, de punta a punta. Es famoso por sus minas de hierro; al parecer, encontraban una mina y al lado construían una casa. Al lado de esa casa, encontraban otra mina, así que a su lado hacían otra casa, y así sucesivamente hasta 130 Kms. (Isabel, creo que tendrías que venir aquí unos días, porque tienen hierro para dar y regalar).

A mí no me ha parecido tan fea y horrible como decía Victoria. También es verdad que la hemos visto hoy que hacía un día precioso. Eso sí, para encontrar el Ayuntamiento del Distrito al que pertenece el orfanato, hemos estado más de una hora. Cuando lo hemos encontrado, Victoria se ha bajado para hablar con la Inspectora. Al de un rato, nos ha llamado y hemos entrado nosotros tres. La Inspectora nos ha hecho varias preguntas, nos ha dicho que otra pareja de España se había ido, hacía un rato, al orfanato para ver a una niña, y que en Bilbao podían montar un orfanato-sucursal de la cantidad de niños de aquí que habían acabado en Bilbao.

De allí, nos hemos ido para el orfanato. También para encontrarlo nos ha costado un triunfo. Aquí preguntas a la gente, y nadie tiene ni idea de nada, y el que parece que la tiene, te manda para el lado equivocado.

Habremos llegado sobre las doce del medidodía. Al bajar del coche, justo salían del orfanato una pareja que ya habíamos visto el viernes pasado en Kiev, en el CA, porque miraban con arrobo a Oksana. Se llaman Gema y José y son de Valencia, tienen una niña de la misma edad que el nuestro.

A Oksana le hemos dicho que se quedara con Sergei mientras nosotros íbamos a hacer papeles. Se ha quedado encantada. Nosotros hemos entrado en el orfanato. Nada más entrar, el olor me ha devuelto, inmediatamente, a Luhansk, al orfanato de Oksana, No sé explicar qué olor es pero no lo olvidaré en la vida, creía que era sólo ése, pero veo que no. Debe se el olor orfanato. Por fuera, es más feo que el de Oksana, pero, por dentro no está nada mal. Tiene mucha luz, y una cosa curiosa es que las estancias del personal son más grandes que las estancias donde están los niños, cosa que era, al revés en Luhansk, las estancias grandes eran las de los niños.

Mientras esperábamos, Sergei ha llamado con una urgencia: Oksana tenía que hacer caca (palabra universal). He salido a por ella, ha hecho “su” urgencia y le he vuelto a llevar con Sergei.
Al volver, hemos entrado en el despacho de la Directora. Nada que ver con la del orfanato de Oksana que era todo dulzura y alegría. Ésta, una de dos, o se había tragado el palo de una escoba o en la taza que tenía en la mesa había vinagre. ¡Jesús, qué tía más insípida y borde!.
Nos ha leído el historial del niño. Fue sietemesino y pesó 1.750 grms. y midió 44 cms. Era como un renacuajo, el pobrecito.

Yo le he hecho preguntas sobre tamaño de la cabeza (que la tiene también pequeñita), test de Apgar, que nos ha dicho, la Srta. Rottermeier, que al ser sietemesino no se le hace eso, sino la prueba weiseman o sinseman, o no sé qué. También he preguntado a qué edad anduvo (15 meses), lo que medía y pesaba ahora; me han dado datos de los 15 meses (o sea que no lo tienen muy actualizado), pesaba 7 kilos y medio y medía 67 cms. Así que es como un ratón. Hemos hecho hincapié en la analítica, y nos han dicho que eran datos fiables y que tenían todo tipo de certificaciones.

Al terminar, nos ha dicho a ver si estábamos preparados para verle, y hemos dicho que SÍ. Hemos subido a la planta superior y hemos entrado en una sala chiquitina, pero con mucha luz, donde yo sólo veía una tía, amiga o vecina del “armario” (pedazo de mujer); pero cuando me he dado cuenta ahí había un ratoncito vestido con un buzo de colores. Se ha dado la vuelta y hemos visto a DAVID.

Nos hemos sentado en una silla, mientras él estaba en una mesa con unos juguetes. La mujerona era la logopeda, (creo que nos ha dicho Victoria), era muy cariñosa y cuando sonreía dejaba ver su bonita sonrisa dorada.
Hemos sacado unos muñequitos y un cochecito, y David se ha tirado a por el coche, la señora ha dicho que, desde que tiene seis meses, es lo que más le gusta en el mundo. Todo lo contrario que a su hermana Oksana, que creo que ha jugado dos veces con cochecitos durante estos dos años. Es muy simpático, se ríe muy fácilmente, mira directamente a los ojos, no rehuye la mirada, anda bastante bien. La señora nos ha dicho que es un niño que socializa muy bien con mayores como con niños, que es muy bueno, que es muy tenaz y que, sobre todo, es muy, muy cariñoso y que es muy sensible y sensitivo.

He sacado también unas galletas, y el pobre no daba abasto, porque en una mano tenía un muñeco, en otra el coche y no tenía más para las galletas, pero bueno, ya se ha arreglado y la ha cogido. De todas formas, nos ha dicho, la señora, que no es un niño que demuestre ansia comiendo, que es muy sosegado en la comida. Así que menuda me espera, creo que me viene otro buen comedor como Oksi.

Al cabo de un ratito, Luis le ha cogido en brazos y él se ha ido sin extrañar ni hacer pucheros, ha estado un momento y luego le he cogido yo y lo mismo, le he empezado a soplar en la cara, y eso le gustaba mucho, así que me ha soltado una sonrisa de oreja a oreja, y como he seguido, él me ha devuelto unas risotadas tremendas. Ahí me he deshecho, y he comprendido que había encontrado, por fin y de nuevo, a mi segundo hijo. Se me han llenado los ojos de lágrimas, pero me he contenido. Creo que nadie, excepto él se ha dado cuenta, porque se estaba riendo y ha parado y me ha mirado muy serio a los ojos, y me ha sonreído como si fuera un verdadero ángel. Ese ha sido nuestro momento, y ha sido mi segundo parto (ahora estoy llorando a lágrima viva). Le he abrazado muy fuerte y le he dado mi primer beso, y he dejado que siguiera jugando.

Nos ha dicho la señora, que estaba cansado que era la hora de su comida y siesta y que tenía que irse. Nos hemos despedido de él y le hemos acompañado hasta abajo. Victoria nos ha dejado un momento a Luis y a mí solos, para que habláramos. Nos hemos mirado a la cara y hemos dicho que sí. Hemos salido a por nuestra otra princesa para que estuviera ya con nosotros, aunque hasta la tarde no podría conoce a su hermano. Así que hemos entrado donde Rottermeier y hemos dicho que “Da, da”, y nos ha mandado con cajas destempladas fuera de su despacho y se ha quedado Victoria con ella. Hemos intentado llamar a los respectivos abuelos, pero no hemos podido contactar con ninguno de ellos.

Oksana todavía no se aclaraba demasiado, la pobre, nos preguntaba a ver dónde estaba David, el hijo de Victoria, que ella quería una hermanita, no hermanito…
Ha salido Victoria, nos hemos montado en el coche y nos hemos ido a comer algo. Hemos ido a un restaurante (también duro trabajo el encontrar uno) que se llama Camelot. Según Oksana tenía las sillas que eran tronos de Reyes y Princesas. Estaba encantada. Ahí ya hemos hablado con las abuelas y les hemos contado los pormenores de su nuevo nieto. Hemos comido bastante bien, aunque no tienen carta en “cristiano”, y nos hemos ido al Notario. Oksi se ha quedado dormida en mis brazos, otra vez, en la Notaría. Cuando hemos terminado nos hemos ido al orfanato. Ha salido Luis con Victoria, porque no sabíamos cuándo podíamos ver al enano, pero al de un poquito, ha venido Luis y me ha dicho que bajáramos que podíamos verle de cuatro a seis de la tarde. Así que hemos bajado y hemos esperado un poquito en el vestíbulo. Nos han bajado a David, me lo han dado a los brazos, (Luis estaba con Oksana dormida), y el tío se ha quedado tan ancho conmigo, como si me conociera de toda la vida. Nos han llevado a una sala de juegos que, por cierto, está muy bien, con unos columpios, un tobogán, una casita, unos peluches, triciclos… y hemos dejado a Oksana que durmiera en unas butacas.

Hemos empezado a jugar con él, y el tío estaba encantadísimo, con una galleta, su coche, mirándose en el espejo, subiendo por el tobogán, empujando a un conejo de peluche, asustando a un orangután… Todo con unas carcajadas y unas sonrisas que da gusto verle.
Me hace gracia porque es muy chicazo, todo lo contrario a Oksana. Tiene gestos y actitudes muy, muy masculinas.
Después han venido los de Valencia, les han traído a su niña y hemos estado todos.
A eso de las seis menos cuarto he ido a despertarle a Oksana, porque iban a ser las seis y se iban a llevar a David sin que ella le conociera, y tampoco era plan.
Se ha levantado, y le he dicho que estaba David, su hermanito. Ha entrado y le ha visto con Luis. Ha ido donde él con una ternura que ella sólo sabe dar, y le miraba como mira a su más preciado tesoro, se ha agachado y le ha dado un beso. Él pasaba de ella, y la pobre le seguía y le intentaba dar el payaso que le había traído, pero él ni caso. Le he dicho que no se preocupara, que ya se lo daría mañana; en este momento, le he debido quitar un gran peso de encima, porque ha dicho ¡vale! y se ha puesto a jugar encantada a su bola. Ella estaba a lo suyo, pero a la vez intentábamos que estableciera contacto con él, ejerciendo de hermana mayor, y ese papel le ha debido gustar porque lo ha asumido muy bien.

Ha sido poquito tiempo, porque enseguida han llegado las cuidadoras para llevarse a los niños. Nos hemos despedido de David hasta mañana, y ahí ha sido cuando Oksana ha preguntado a ver dónde se quedaba David. Se lo hemos explicado y le ha debido parecer fenomenal, porque ella sigue siendo nuestra Reina.

Nos hemos ido para el hotel. Otra dura labor el encontrarlo. Es paradójico que en este sitio donde no se encuentra nada, hayamos encontrado a nuestro hijo.

Por fin hemos llegado a las siete y diez. El hotel Embrión, del que os hablé hace unos días, deja mucho que desear. Y creo que se llama así, porque sirve para que muchas parejas intenten o, mejor dicho, practiquen, cómo hacer embriones. Es cutre de ganas, el garito. La Pensión Canuto, de Extremadura, símbolo nacional del cutrerío cañí, es un cinco estrellas superior gran lujo a comparación de esto.

Victoria ha dicho que hay un hotel nuevo, más céntrico, al que vamos a ir mañana a verlo, y si está bien nos quedaremos, porque si no… ejem, ejem…

A los ocho menos veinte, nos hemos ido los tres con Victoria (Sergei se ha quedado descansando) a buscar un restaurante para cenar. Vuelta a buscar y buscar, preguntar y preguntar, y nadie sabe nada, y el que sabe te manda por el sitio equivocado, el muy…

Hemos llegado a un sitio ambientado en el Oeste (como el restaurante al que íbamos en Luhansk), hemos cenado, y vuelta al hotel a descansar.
Mañana, bueno, ya hoy, porque es la una y diez de la madrugada (estoy en la cama, con Luis y Oksana a mi lado, como troncos, y con la luz apagada escribiendo). Tenemos que estar listos a las diez, para ir a por más papeles, ir al nuevo hotel… Igual no nos da tiempo a ver al chiquitín, pero bueno, es mejor dejar todo liquidado, que se puedan ir Victoria y Sergei, y nosotros estar instalados y poder verle tranquilamente por la tarde.

No sé dónde ni cuándo encontraremos Internet por aquí, porque no he visto por ningún lado nada que se le parezca. Haré lo que pueda, lo aseguro, sobre todo porque me apetece que conozcáis a nuestro segundo tesoro: DAVID.

Bueno os dejo por hoy, estoy muy cansada y necesito dormir un poquitín, y aún tengo que descargar las fotos de la cámara al ordenador.

Un beso muy grande de una mamá segundona,

Susana, Oksana y Luis, ( que está roncando, porque ha celebrado el “nacimiento”, o para nosotros, mejor dicho, el “conocimiento” de DAVID tomando unos vodkas a la salud de todos vosotros).

2 comentarios:

Unknown dijo...

Enhorabuena familia!!Ya hemos conocido al nuevo miembro de la familia "David". Estamos muy contentos por vosotros y que sepais que teneis una cita pendiente con la "tia Lola" en MECHAS a vuestro regreso.
Un beso de parte de todas y en especial de Carlos y Lola.

Roberto Fdez. de Pinedo dijo...

Saludos a todos y sobre todo muchas felicidades.
Soy Roberto, el pediatra. Elena la madre de Alejandra y Lucía me ha hablado de esta maravilla de la tecnología que es el blog este que estáis utilizando y os diré que estoy alucinado por un lado de lo cercano que pueden ser estas cosas y por otro, emocionado por el nivel y la forma de expresarlo en una situación tan especial para vosotros. Espero que os vaya tan bien como con la brujilla de Oksana.Os seguiré la pista. Mientras tanto que os siga yendo muy bien y que todos los trámites pasen pronto y sin problemas.
Recibir un fuerte abrazo y otro para la brujilla
Roberto, el pediatra (ya que me parece que hay otro Roberto que os sigue vuestras andanzas)